Allí entre las estrellas, soñé con algo parecido a ti
una noche de verano.
Chica triste no te hundas
o este mar te costará un disgusto.
Y sin darte cuenta ya me habías salvado la vida
y te reías,
pero en el fondo estabas igual de jodida.
La noche es como una montaña rusa
y tengo miedo a las alturas,
no me dejes bailar solo.
Entonces me mirabas a los labios
y me besabas justo ahí,
donde tenía vértigo.
Y aunque no decías nada,
se que tú también buscabas un punto de apoyo
desde el que mover tu mundo.
En una habitación con vistas a la playa
todo se ve mucho más bonito:
ver amanecer
o
verte salir de la ducha.
Y ahora que ya no te busco entre las estrellas,
déjame que te diga,
que iluminas más que nunca
el colchón de la habitación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario